Con esas palabras, tomadas prestadas a Federico García Lorca, alguien pintó un graffiti cerca de la catedral de san José, tal vez para subrayar lo cotidiano que tiene la poesía en nuestra sociedad. A pesar de que muchos creemos que la poesía es una manifestación del arte ajena a nuestras vidas, y que la enseñanza de la poesía en las escuelas y colegios se ha vuelto aburrida y limitada, esa frase en aquella pared josefina nos dijo lo contrario, mientras estuvo pintada. La poesía les ha servido a las personas, en todos los lugares y todos los tiempos, como un medio de transformación social y espiritual. Así lo entendieron los grandes poetas costarricenses Eunice Odio, Isaac Felipe Azofeifa y Jorge Debravo Y lo siguen comprendiendo los consagrados, Alfonso Chase, Ana Antillón, Julieta Dobles y Ana Istarú. O los noveles poetas Maurico Molina, María Montero y Alejandra Castro. No es contradictorio entonces, que algunos sintamos, que a medida que el mundo, y nuestra patria se sume en un caos social, la poesía nos hace cada vez más falta. Tal vez así, celebrando en todos los rincones del país, la gratitud hacia los grandes poetas nacionales, demostrando el sentir poético de todo el pueblo, Podamos rendirle un verdadero y sentido homenaje a esa poesía nacional que día tras día impregnan la historia de nuestra cultura. Y hagamos al fin nuestra la frase del poeta español Gabriel celaya: “la poesía es un arma cargada de futuro” Colaboración de Carlos Díaz chavarría.